Cada caso tiene que ser analizado antes de ejecutar algún ritual, pues en la mayoría de las veces, son enfermedades mentales
En la religión católica el exorcismo debe ser realizado por un sacerdote especialmente entrenado y preparado, y bajo supervisión y aprobación directa de la iglesia, explicó en entrevista el padre Noé Soto Valdez, vocero de la Arquidiócesis de Durango.
La palabra “exorcismo” evoca imágenes de sacerdotes católicos impulsados por el poder de Cristo, expulsando criaturas demoníacas y espíritus malignos de una persona o, en algunos casos, de un lugar.
Soto Valdez comentó que en la arquidiócesis de Durango se cuenta con un padre especial para casos de exorcismo, uno se encuentra en la región de Sombrerete, Zacatecas y otro en la ciudad de Durango, exactamente en la Iglesia de la Santa Cruz, el sacerdote destinado a estos casos en especifico es Guadalupe Chaves.
Noé Soto detalló que es necesario que el sacerdote encargado debe discernir antes de realizar el exorcismo; este tipo de rituales han sido controversiales y han ido perdiendo el apoyo de muchos fieles; en algunos casos estos síntomas que puede parecer una posesión real, terminan siendo enfermedades mentales.
Aún así, existe la posibilidad de realizar un exorcismo luego de que el caso haya sido analizado de forma exhaustiva por autoridades de la iglesia y profesionales médicos.
Destacó que entre los trastornos que históricamente han sido considerados como posesión está la esquizofrenia, la epilepsia o el trastorno bipolar y de personalidad; estos pueden causar delirios, alucinaciones, comportamiento errático y cambios de humor extremo que pueden convencer incluso a la persona que las sufre de que se encuentra poseída.
Por lo regular cuando se trata de una enfermedad mental, el proceso puede ser largo, ya que involucra no solo la consulta con otros miembros de la iglesia, sino también acudir con profesionales de la salud para descartar los padecimientos antes mencionados.
Para los sacerdotes no representa ningún riesgo al momento de realizar un exorcismo. Muchas personas tienen la creencia de que el demonio puede pasar al cuerpo del padre, pero no es así.