Visitan México

Leonardo DiCaprio y Benicio del Toro presentaron su nueva película, Una batalla tras otra

Cientos de fans aguardaban tras las vallas con carteles que recordaban distintas etapas del actor Leonardo DiCaprio: desde Titanic hasta Once upon a time in Hollywood, pasando por el nuevo título que lo trae a México, Una batalla tras otra en el Parque Toreo Central en Naucalpan, (poniente de la Ciudad de México), donde se montó la alfombra roja circular que permitió que muchos pudieran verlo de cerca.

Minutos antes de las 19:00 horas, los conductores Javier Ibarreche y Lety Sahagún arrancaron el evento. El bullicio se transformó en gritos cuando Leonardo DiCaprio, acompañado de Benicio del Toro y Chase Infiniti, descendió por las escaleras eléctricas para, sin rodeos, acercarse a los impacientes fans más cercanos para firmar autógrafos, tomarse fotos y repartir sonrisas.

Una batalla tras otra, ambientada en los 80, sigue a Bob (DiCaprio), un exradical venido a menos que entre cigarros y tragos debe enfrentar la misión más difícil: rescatar a su hija adolescente secuestrada.

Entre persecuciones, violencia y sátira, la película refleja la resistencia de grupos marginados frente a un poder estatal opresivo.

UN FILME REFLEXIVO
Así como en la realidad miles se enfrentan a las deportaciones del ICE durante la administración de Trump, la cinta, que se estrena el 25 de septiembre, retrata a un grupo de revolucionarios que lucha por migrantes, afroamericanos y latinos.

“Mira, nadie quiere que alguien sea separado de su familia, y este es un tiempo muy atemorizante”, dijo DiCaprio, cuestionado por la prensa en la alfombra roja.

“Esta película, ya sabes, toca muchos de esos temas distintos: la división en nuestro país, la polarización, la idea de que hay extremismo en ambos lados, pero en el centro de todo está la humanidad y el cuidado por tu prójimo, por tu semejante. Y eso es lo que esperamos que la gente llegue a comprender”.

Y es que justo la voz del personaje de Leonardo DiCaprio es el corazón emocional de la cinta al encarnar a un antihéroe imperfecto que, aun en su decadencia, se aferra a lo que le quede de esperanza.